lunes, 30 de junio de 2014

Son las cadenas de tu risa

¿Me recuerdas cuan necio soy?,
una vez al día por favor,
así yo aún recuerdo tu mal gusto para el café,
unos cuantos sustos a escondidas de la gente,
y los torpes nervios cual álamo,
que desmintieron la cordura que no vive en nosotros,
y... acaso por eso no somos humanos,
por dejarnos morir entre las orillas de la suerte,
fuimos del día que tocase,
si acaso fuese gris, si acaso fuese alegre,
y... nunca vino a los labios cuestionar,
el ritmo, la melodía o el tono,
era ilógico creer que de eso viviríamos,
mas era divertido pensar que solo aguardaba la muerte,
y que solo podíamos regir la vida,
a golpes de lira, zarpas de arpía y lejos de troles,
y... no sé, pero tal vez la mía es la tuya,
 tu vida no es amiga ahora, y ya solo piensa en irse,
creo que iríase conmigo, al tiempo lejano donde me enamoraste.

André Ulloa

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