Son las cadenas de tu risa

¿Me recuerdas cuan necio soy?,

una vez al día por favor,

así yo aún recuerdo tu mal gusto para el café,

unos cuantos sustos a escondidas de la gente,

y los torpes nervios cual álamo,

que desmintieron la cordura que no vive en nosotros,

y... acaso por eso no somos humanos,

por dejarnos morir entre las orillas de la suerte,

fuimos del día que tocase,

si acaso fuese gris, si acaso fuese alegre,

y... nunca vino a los labios cuestionar,

el ritmo, la melodía o el tono,

era ilógico creer que de eso viviríamos,

mas era divertido pensar que solo aguardaba la muerte,

y que solo podíamos regir la vida,

a golpes de lira, zarpas de arpía y lejos de troles,

y... no sé, pero tal vez la mía es la tuya,

 tu vida no es amiga ahora, y ya solo piensa en irse,

creo que iríase conmigo, al tiempo lejano donde me enamoraste.

André Ulloa

Robaría mil versos así

Brazos marchitos de bosques veleros,

tomé mirella tu verso prestado,

y cobráseme con gesto adusto,

el dulce gusto de tomarte las manos.

André Ulloa

Cuan malos son los sueños

Soledad, oh soledad,

que dulce inundas mi cuello de sogas,

vete ya sola, vete con ideas de amor,
ya desilusión evanece tu compañía y locura.

André Ulloa

Los besos congelados

Los besos congelados,

en el infierno, más cerca,

créetelo y siéntete ausente de su presencia,

que lo lejano de labios es,

entre las nubes retacen a lo humano de tu cumbre,

y tu luz es más oscura que tu nombre,

solo sombras de emociones marchitas,

indolente que frío lastima,

que el frío se llena de abrazos ocultos,

el extravío tuyo, de tus gestos bohemios,

aprendí yo y también mi poesía,

que morir juntos a morir de venias,

que seguir solos a soportar este mundo,

que no comprende el desencanto,

el eterno llanto, que solo pude conocerte a besos.

André Ulloa

De versos al azar, de amores que se encuentran

De beso enfermo,

es el cigarrillo que se fuma cuando el amor se muere,

que todo se puede, es lo que dices cuando el amor se esfuma,

de versos largos,

son las tristezas más crudas,

son de piernas largas los recuerdos más locos,

es vana la pena y mitificarte solo envenena el presente,

son de gratos encuentros, tan cerca, tan tontos,

es la muerte lenta de lo nuestro,

son de maldades pasadas,

el humo que fumo, si quiera así llegue volando a quererte.

André Ulloa

Ástharot

Dentro de la brillante tormenta,

una mera sombra del humano paso del tiempo,

y el inútil esfuerzo que la puerta destroza,

dios del aire, con crueles sogas atadas a tu cuerpo,

encadenado sirves a tu ser supremo,

e infeliz eres Ástharot e infeliz golpeas,

y suprime el oxígeno de la tierra,

de pie en tus cuevas da vida pero expande muerte,

nacen así nuevos reinos, tu imperio hecho de sangre,

entre los pilares de tu facultad,

la omnipotencia contemplada por un solo ojo,

en un torbellino de dos brazos eternos venidos del cielo,

tu espectro entero aviva las olas del mar dócil,

huracán destruye, camina Ástharot hasta la orilla,

y una caricia dulce que sea el último de los días,

aire del dios enfermo, y futuro y pasado,

solo el presente efímero tornose para tu inmensidad, 

la marea es suerte, y tan solo quiero pedirte,

Ástharot dios, que inerte el mundo comience,

 que quizás seas verso libre y estás atrapado en la realidad.

André Ulloa

Réptil chica

Réptil chica, chica réptil,

cada deseo que yéndose vuelve a mí,

de mentiras heladas mis ideas más claras,

yo no sé, ni se que soy... a tus ojos hoy,

pupilas que caen como rayos,

relámpagos del cielo que atraviesan la tierra,

que enmudezco y vuelvo, y ya no soy,

quimera vos, y en tu utopía desangro,

envenenáronme tus ojos así puedas ser ciega,

eso no basta y si ya nada tiene sentido,

yo sé que quisiera morirme a tu lado,

réptil chica, luego, desaparece conmigo,

suelo soñar, decir, creer que salir es morir
no me queda ver sino verte alejar, au revoir chica réptil...

André Ulloa

Corazón revolucinario

Quisiera saber como puedes desarmarme,

y luego matarme,

quisiera pedirte morir desangrado,

y luego mentirte,

quisiera tomar ese vino que yace vacío,

y luego fumar otro trago,

quisiera cargarte conmigo,

y luego el frío de verso,

quisiera que se halle acabado,

y luego tan lejos encontrarme a tu lado,

quisiera decirte todo lo sordo que resulta mi mundo,

y luego estoy mudo, indefenso a tu merced,

de hambre y sed, no, más bien adicto,

quisiera que con la lluvia golpearan, 

tus locuras el frente de mi almohada,

y que corazón, atrincherados,

tu y yo, y luego, acariciarte de nuevo,

solo es así, de guerra y querella, que quede claro

quisiera ver la revolución de cien años de amantes muertos.

André Ulloa